Gestión ágil de proyectos: revisión constante
1 Octubre 2020
No hay tiempo para prolongar la toma de decisiones. El mundo es cada vez más cambiante. La velocidad en que lo hace puede dejar atónito a más de uno, pero en el mundo de los negocios, donde cada proyecto es fundamental para mantenerse competitivo, no hay tiempo de posponer decisiones en el desarrollo de productos, especialmente de software. Para esto existe la gestión ágil de proyectos.
El agile management, o gestión ágil de proyectos, se refiere al conjunto de métodos que permitirán que durante el desarrollo de un plan se tomen las decisiones que permitan las actualizaciones que se precisen durante la ejecución del mismo. De acuerdo con IBS, estas metodologías “son especialmente adecuadas para empresas y sectores involucrados en contextos de cambio constante, proyectos especialmente complejos o situaciones de urgencia donde no contamos con el tiempo necesario para desarrollar el proyectos de forma convencional” ¿Cómo hacerlo? La idea es evitar las formas tradicionales para llegar acuerdos. Estas no suelen responder a los repentinos cambios del entorno.
Por eso, es preciso determinar cuáles son las formas de evaluar si las funcionalidades del proyecto trabajan en pos del objetivo final. De lo contrario, es urgente hacer los cambios pertinentes para retomar el camino para la conclusión de las metas. Es recomendable que el agile management se lleve a cabo a través de pequeños grupos que determinen las actualizaciones que precise el producto.
Para ello, se puede dividir en fases y en cada una de ellas evaluar su efectividad en el entorno. De esto dependerá la continuidad de la siguiente etapa del trabajo. No se trata de ver el final como un todo, sino de cada paso como un objetivo a ser revisado. También es recomendable que en cada fase sea tomada en cuenta la participación del cliente.
El agile management, o la gestión ágil de proyectos, mejora la calidad del producto al ofrecer un trabajo final actualizado y eficiente; además, este tipo de mecanismos afina las capacidades del equipo para predecir en medio de un entorno tan cambiante, un elemento importante para ahorrar tiempo y dinero, pues los errores se identifican casi que inmediatamente. También permite que el cliente se sienta parte del proceso evolutivo del producto, lo que satisface no solo su demanda. Todos los involucrados, al final, se sienten más satisfechos porque cada paso representa un reto a superar.